viernes, 8 de octubre de 2010

And they all lived happily ever after... /Y comieron perdices...


Esta es la historia de una boda, vivida con mucho cariño. Espero que os hayais entretenido, y que os haya ayudado con datos o ideas, como me pasó a mí con otras novias. Novias, disfrutad y recordad siempre que la boda es para celebrar lo bonito que tienes con esa persona. Por esto yo un día me dije: que la boda no provoque ninguna discusión, ningún disgusto. ¿Que algo no es e-xac-ta-men-te como tu quieres? Bueno, pues eso también pasará.
Un beso fuerte…

PD: Seguiré desde las sombras los blogs de moda, y ahora que vuelvo a tener tiempo también cocina, decoración… quizá incluso niños!

EL DIA DE MI BODA (2ª PARTE)


AL LLEGAR A LA IGLESIA había mucha gente en la puerta, incluido el novio. ¡Eso no estaba así preparado! Pero bueno, en lo que me bajaba y me colocaban el vestido, entraron todos y así además entré a la Iglesia con la misma canción que él, Amazing Grace. Así que eso quedó perfecto. Escuchar cada segundo las canciones de mi coro, que tantas veces he cantado fue… lo mejor. Tenía la carne de gallina casi todo el rato.
Además las miradas de complicidad con Gon, recordando tantas bromas sobre esos momentos… hacían que no pudiera parar de sonreír!
Al salir, caos total. De hecho ahí me separé de él hasta el momento de entrar en el coche, solo veía sonrisas y brazos y gasas y organzas por todos lados. Todo el mundo pidiéndote fotos con unos, con otros…






LA CENA
A la media hora de empezar el cocktail empezó a llover (Cayó un tormentón! Os acordáis de cuando queríamos hacerla al aire libre..?) así que seguimos bajo techo. Habíamos preparado un juego para que mezclar  invitados de las dos partes y era muy divertido ver pasar a mi padre o a una prima de Gon con un enorme sombrero mexicano.
De la cena apenas probamos nada. A pesar de que estaba tranquila y feliz, no tenía nada de hambre, no podía comer nada. Además, estaba mucho más pendiente de que llegara el postre para empezar con lo que habíamos llamado el “programa de la boda”. 
Pusimos un video de nosotros con fotos de pequeños, pero además, con unas imágenes muy especiales porque ¡tenemos un video de la noche en la que nos conocimos! Así que contamos nuestra historia en 8 min. También cantamos el cumpleaños feliz (al estilo Marilyn Monroe) a una amiga mía que había venido desde NY.
Y luego venia el baile (también un poco especial, bailamos un swing con algo de teatrillo… jaja… se me desataron las alpargatas – ya me había cambiado de zapatos- a mitad del baile, eso sí que fue improvisación!) y el concierto. Y es que Gon canta. Me dedicó con mi primo una canción de Pereza y luego hicieron varias versiones más, para delicia de todas las niñas.
En el baile lo pasé muy bien, pero reconozco que ya estaba agotada. Me dormí feliz, con la sonrisa que me había acompañado todo el día.


lunes, 27 de septiembre de 2010

EL DÍA DE MI BODA (1º PARTE)

Y por fin llega el post más esperado, que ha tardado casi un año en llegar. He hablado con Gon y hemos decidido presentarnos: no hay nada que ocultar! Somos Mila y Gon, y éste ha sido nuestro cuento.

EL DIA ANTERIOR me había pasado un tiempo preguntando a otras novias que habían hecho el día anterior… y no se me ocurrió que lo más importante iba  a ser llevar cosas a la finca. En nuestro caso, llevamos instrumentos, amplificadores, el tablón con las mesas, el neceser S.O.S. del baño… en fin, que se nos pasó la mañana rapidísimo. Por la tarde, Gon había quedado allí con los del grupo y el DJ para hacer la prueba de sonido y yo me bajé a Madrid para arreglarme un poco. Habíamos organizado unas copas en un pub, para aprovechar y ver a la gente, sobre todo a los que habían venido de fuera, y poder charlar con más calma de la que dispondríamos al día siguiente. Estuvo muy bien, gente de sitios muy diferentes, todos allí, reunidos por la causa. Yo, en calidad de novia, me retiré pronto y aunque estaba muy tranquila, por si acaso, me tomé una infusión de hierbas relajantes. Dormí fenomenal.

ESA MAÑANA me desperté pronto, con una sensación de alegría pero a la vez tranquilidad. Todo había llevado mucho tiempo y ya ese día no era momento para ningún tipo de agobios. Así que pude desayunar tranquilamente con mis padres y mi abuela. Y charlando y repasando el plan del día, enseguida llegó la hora de irme a  la peluquería. Allí todo bien; peinaron como habíamos quedado y yo la verdad es que ese día no le daba importancia a nada. ¿Que un mechón quedaba un poco caído? Bueno, pues da igual. ¿Que una horquilla quedaba un poco más alta que la otra? Pues también. A mi ya no me preocupaba nada. Después a maquillaje, donde también me dejaron los ojos muy marcados, como habíamos quedado.
Al llegar a casa, era ya la hora de comer, y empezaron a llegar mis amigas. Vi mi ramo en la nevera, ¡qué bonito me pareció! Quedaba quizá demasiado armado, colocado, así que estuve sacudiéndolo para que se descolocara un poco. También me encontré con una orquídea que me había enviado mi marido-en-pocas-horas con una nota: “Tenemos una cita a las 18.30… ponte el vestido blanco!”
MOMENTOS ANTES DE SALIR como yo ya estaba preparada, solo me faltaba ponerme el vestido, estaba tranquila. Me di cuenta de que faltaba poner los lacitos a los misales así que se pusieron mi padre y una amiga a cortar y hacer nudos verdes y azules…  Junto con otra amiga llegaron las fotógrafas quienes se alegraron (y sorprendieron) de que a media hora de salir, yo aun estuviera sin vestir.

Llegó el momento de vestirme y de hacernos algunas fotos. Yo repasaba que no nos dejáramos nada: el abanico, las alianzas y las arras… En el camino, un detalle simpático: ¡adelantamos al novio! Jajaja! Así que le vi antes de llegar a la iglesia. Vi que llevaba el chaleco verde, como mi ramo!

To be continued…

miércoles, 15 de septiembre de 2010

TURQUESA Y LIMA


¿Recordais la paleta de colores que quería utilizar para la boda?
Pues aqui teneis una recopilación de detalles en color!