Buff, cuanto tiempo. Pero por fin tengo internet en nuetra nueva casa! Hemos adelantado bastantes cosillas pero hoy os contaré la más importante:
Cuando empecé a mirar vestidos, que según el calendario hay que hacer por lo menos 6 meses antes, tuve la primera situación crítica: Pues porque iba con una idea muy clara en la cabeza de que quería algo tipo sirena y de encaje… y a ver, no es que me quedara mal, pero… bah! No me veía especialmente especial! Entonces me probé otros modelos, que en foto diría: “Ni de coña!”, y resulta que me quedaban mucho mejor!
Cuando empecé a mirar vestidos, que según el calendario hay que hacer por lo menos 6 meses antes, tuve la primera situación crítica: Pues porque iba con una idea muy clara en la cabeza de que quería algo tipo sirena y de encaje… y a ver, no es que me quedara mal, pero… bah! No me veía especialmente especial! Entonces me probé otros modelos, que en foto diría: “Ni de coña!”, y resulta que me quedaban mucho mejor!
Buff… qué situación! Qué dos días más malos pasé! Y claro, tuve que convocar un gabinete de crisis con mi junta de asesores, incluso via telefónica y mail. Conclusión: ninguna elección aún pero gané en tranquilidad.
Y yo miraba y miraba… y no me convencía nada. Pero unos días después, durante un concierto de góspel, tuve una revelación: ya sé qué vestido quiero llevar. Y parecería que con esto, ya está todo solucionado, no? Pues no, pero esperaba que los obstáculos fueran salvables. El vestido elegido empezó dándome problemas… se me caía, y no encontraba dónde arreglarlo. La solución llegó por donde menos la esperaba, pero será el tema de un próximo post.
Así que por fin puedo decir… Tachán! Éste es el culpable. Un Vittorio y Lucchino de hace unas temporadas. Es sirena y me encanta el toque original con el lazo. No tiene encaje, pero eso se lo puedo añadir luego, no?
Creo que tengo mucha suerte de poder lucir un vestido como éste, sin haber tenido que pagar lo que vale. Gracias a mi prima L, lo disfrutaré tanto como ella.
Releyendo el título, tengo que añadir que en esta boda todo el mundo se siente protagonista… ya hay varias féminas que han decidido que su vestido es secreto y no lo comentan con nadie… Pero ¿es que nadie les ha dicho que el vestido secreto aquí es el de la novia? Y además, a mi eso me da igual y lo voy describiendo a quien me pregunta. Me encantaba cuando me lo contaban a mi, y podía disfrutar de la emocion de la novia. Espero que todas disfruteis con mi ilusión!
Y yo miraba y miraba… y no me convencía nada. Pero unos días después, durante un concierto de góspel, tuve una revelación: ya sé qué vestido quiero llevar. Y parecería que con esto, ya está todo solucionado, no? Pues no, pero esperaba que los obstáculos fueran salvables. El vestido elegido empezó dándome problemas… se me caía, y no encontraba dónde arreglarlo. La solución llegó por donde menos la esperaba, pero será el tema de un próximo post.
Así que por fin puedo decir… Tachán! Éste es el culpable. Un Vittorio y Lucchino de hace unas temporadas. Es sirena y me encanta el toque original con el lazo. No tiene encaje, pero eso se lo puedo añadir luego, no?
Releyendo el título, tengo que añadir que en esta boda todo el mundo se siente protagonista… ya hay varias féminas que han decidido que su vestido es secreto y no lo comentan con nadie… Pero ¿es que nadie les ha dicho que el vestido secreto aquí es el de la novia? Y además, a mi eso me da igual y lo voy describiendo a quien me pregunta. Me encantaba cuando me lo contaban a mi, y podía disfrutar de la emocion de la novia. Espero que todas disfruteis con mi ilusión!
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