El toque tocado

Había pedido a mis invitadas que se animaran a ponerse tocados y adornos en la cabeza. Y a mí, que encanta el momento disfraz, me apetecía también llevar uno. Así que pensé en cambiarme el velo después de la ceremonia, y ponerme más de fiesta.  Con el adorno importante del vestido, el lazo, se hacía difícil la elección del tocado, ya que la mayoría suelen tener flores como base de su adorno. Tampoco quería unificar y ponerme otro lazo, porque quedaría demasiado ñoño. Ví lo que hacía Cristina en su atelier y me puse en contacto con ella.

Fue genial, quedamos y yo me quedé supertranquila dejándolo en sus manos, porque me encanta el estilo y el gusto que tiene. Eligió una base de mikado de seda (la misma tela del vestido) con tul y una pluma de marabú, que le daba un toque exótico. Lo recibí presentado en una cuidada caja redonda, y envuelto en papel de seda para protegerlo en el viaje. Cris, gracias por cuidar tanto todos los detalles. Además, el tocado venía acompañado de una notita de ánimo y buenos deseos que, días antes de la boda, te llegan tanto…

A la gente le encantó el pequeño cambio de look. Y a mí, más.